Júpiter en un martes...

"Hace un tiempo soñé que me encontraba acosado por una tormenta de rayos. Cuando miraba al cielo veía asomarse de entre las negras nubes el rayo de Zeus. Sentí temor, como si él hubiera estado realizando un reproche en contra mío, lo sentí de esta forma, porque sus rayos jamás tuvieron un espíritu de causar un daño sobre mí. Efectivamente me ahuyentaban, pero al mismo tiempo me encaminaron a refugiarme, y el lugar en el cual encontré refugio fue mi hogar..."

Durante un tiempo me pregunte de que se trataba mi sueño, consulte un manual sobre interpretación de sueño, y encontré que advertía que aquellos sueños en los que involucraba al dios debían hacerse sobre ellos una distinción; por una parte, si estos podían calificarse dentro de un aspecto "positivo" o si estos causaban perjuicio o cabían dentro de la clasificación de "negativo". Así para los primeros o positivos el sueño representaría bienaventuranza en el porvenir y para los segundos o negativos advertía malos augurios, desgracias, calamidades o desastres...

Al principio mi reacción ego-caota advirtió que "atribuir creencia sobre el significado de un hecho produciría necesariamente efectos determinados al significado atribuido" entonces decidí avistar causes alternativas a mi sueño (en su interpretación) con el fin que tomara otros rumbo.

Sin embargo la realidad se configuró de otra forma, efectivamente se realizaron sucesos de fuerte impacto, áreas que escaparon de su control, quiebres en mis estados emocionales... Como en la carta de la torre, quizás acompañado de una sacerdotisa invertida...

Tiempo anterior a mi sueño había realizado un ritual a Júpiter, para obtener parabienes en mi realidad, las cosas funcionaron en forma maravillosa, Esplagick! Esplagick! Esplagick!, puedo decir que me encontraba muy satisfecho con el trance y fluido con la entidad. Hasta el evento del sueño, el cual ya no puedo interpretarlo de otra forma, fue una clara advertencia de la psiquis jupiteriana injerta en mi templo. Júpiter me exigió compromiso, cuidado, control, disciplina y sobre todo consecuencia, en mi llamado y aperturas de las puertas al templo de Júpiter descuide la importancia de lo pactado. Pienso que la entidad solo advirtió de una serie de sucesos que se acercaban a mi realidad, a veces tengo la idea que estos sucesos son como el clima, Yo el territorio y mi psiquis una amplia red de información, efectivamente estaba trabajando con el software Júpiter y descuidé sus señales...

Un buen amigo me hablo de muchas cosas hoy, él es un muy buen ser humano y goza de mucha virtudes, sin embargo sus palabras hoy fueron muy asertivas, completamente dentro del contexto de los hechos sucedidos y sin encontrarse en conocimiento de ellos, pues bien se sabe que Júpiter goza de la virtud de tomar muchas formas. Entonces entendí que había tenido poco compromiso con el resultado, es decir, no había prestado las medidas justas y necesarias para impedir los hechos sucedidos, había entrado en una creencia, aceptado a Júpiter en mi templo y no fui un buen anfitrión. Ahora siento que todo esta calmándose, desterrar, limpiar, ordenar, levantar, reciclar, recoger, reponer, reparar y respirar... Fue un día crudo, de guerras tanto con mi exterior y sobre todo con mi interior, mañana es día de mercurio y veremos que trae aquel dios, deseo que buenas nuevas...