4 ene 2011

La Prostituta Sagrada en la Antigüedad

Autor: Fr. Draconis
Revista: Magick nº 4

Hay quienes cree
n que las figuras de Simón y Cristo son manifestaciones únicas de la tradición greco-egipcio de los “Magus”. Mas allá de este concepto, y visto en su cristianismo, que es como nos lo han querido presentar. Vamos a decir que fueron dos magos de la antigüedad, en un periodo de la historia donde los magos operaban en todos los sectores de la sociedad. Análoga y similarmente, sus consortes daemonicos femeninos, las “prostitutas” Helena (Ennoia) y María Magdalena, fueron abnegadas expresiones del rol mágico-sexual que las cortesanas sagradas o “hierodule” jugaban en los albores de la (registrada) actividad mágica de las más tempranas civilizaciones.

Condicionada a asociar la palabra “sagrada” a “pureza”, “castidad” y “modos celestiales
del ser”; y “prostituta”, asociada a “promiscuidad”, “lujuria” y “carnalidad”, la mente moderna solo puede experimentar una chocante disonancia cuando estos aparentemente irreconciliables conceptos son encontrados juntos, fusionados dentro de la idea, o bajo la forma de la “prostituta sagrada”.
La expresión semita que designa-significa prostituta es “k-deshah”, deriva de la palabra que significaba “sagrada” en los antiguos templos mesopotámicos, “quadishtu”. A pesar de su lugar dominante en la vida espiritual de todas las culturas pre-cristianas, la prostituta sagrada es hoy un poder completamente proscripto.
Como en todas las fuerzas rechazadas por el vulgo, lo común y lo corriente, los magos experimentadores, pueden encontrar en ella un gran reservorio de inexplorada energía mágica para contemplar y entonces integrar esta forma de shakti que muy pocos aprehenden a su iniciación. Ésta crea un puente-link entre aquellos dos aspectos erróneamente en puja para algunos, como la sexualidad y la espiritualidad, impregnándose en el propio complejo cuerpo-mente.
La energía de la diosa-sexual es un Yantra viviente expresando la interacción del cuerpo físico, el templo de las nueve puertas (enneapylon), con la esencia divina no física que puede ser llevada a habitar dentro de la carne. El hombre que hacía el peregrinaje a los Templos de la Prostitución Sagrada, institución que tenia un rol prominente en los aspectos espirituales de la antigüedad, no lo hacia buscando el orgasmo profano, la mera satisfacción del instinto, sino que era alguien que iba en busca de un rito transformador y que lo pudiese poner en contacto con la diosa que se adoraba en ese Templo.
Entrenadas desde la juventud en la danza erótico-esotérica, la prostituta sagrada elevaba el “ars amatoria” de la seducción a la categoría de arte religioso. El unirse a ellas, era entonces una llave mágica a la auto-deificación, un sacramento erótico, y un canal de transmisión sexual-shaktiano en el Maithuna.
Vemos entonces que los antiguos sabían que se podía hallar en la sexualidad una comunión divina, un sentido superador de la convencional sexualidad que solo busca un placer efímero.
En Egipto las cortesanas sagradas eran las sacerdotisas de Bastet y Hathor, diosas del amor sexual. En Grecia las hetairas de Afrodita Porno (Afrodita la prostituta) eran honradas, y donde eran más notoriamente veneradas en Babilonia.

A continuación les dejo este hermoso poema de Pierre Louÿs, intitulado Les Mystères. Parte integral de “Les Chansons de Bilitis”.
« Dans l’enceinte trois fois mystérieuse, où les hommes ne pénètrent pas, nous t’avons fêtée, Astarté de la Nuit, Mère du Monde, Fontaine de la vie des Dieux!
J’en révélerai quelque chose, mais pas plus qu’il n’est permis. Autour du Phallos couronné, cent vingt femmes se balançaient en criant.

Les initiées étaient en habits d’hommes, les autres en tunique fendue. Les fumées des parfums, les fumées des torches, flottaient entre nous comme des nuées.
Je pleurais à larmes brûlantes. Toutes, aux pieds de la Borbeia nous nous sommes jetées sur le dos.
Enfin, quand l’Acte religieux fut consommé, et quand, dans le Triangle Unique on eut plongé le phallos pourpré, alors le mystère commença, mais je n’en dirai pas davantage ».

LOS MISTERIOS
En el recinto tres veces misterioso en que los hombres no penetran jamás, te hemos adorado, ¡Astarté de la Noche! ¡Madre del Mundo! ¡Fuente de la vida de los Dioses!
Voy a revelar algo, pero no más de lo que me está permitido. Alrededor del Falo coronado, ciento veinte mujeres se balanceaban gritando.
Las iniciadas vestían de hombre y las otras con túnica abierta. El vaho de los perfumes y el humo de las antorchas flotaba entre nosotras formando nubes.
Yo lloraba con lágrimas ardientes. Todas, al pie de la Diosa, nos hemos echado sobre las espaldas.
En fin, cuando el acto religioso fué consumado y cuando, en el Triángulo Único hubieron hundido el falo purpúreo, entonces el misterio empezó. Pero ya no diré más.

¡Que la Diosa los acompañe!



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